Concejo Regidores en Crisis existencial

La acumulación de «tollos» explotan credibilidad

El no querer llamar a Sesión durante meses para no tratar temas angulares de evidentes irregularidades, algunas mayúsculas, el llamado a un encuentro extraordinario, entre regidores ausentes a conveniencia y otros presentes a regañadientes, un presidente de Concejo en absoluto desdén y lenguaje irrespetuoso, caracterizan el actual estado del órgano que decide todo en Santo Domingo Este.

¿Cuál es el límite?

¿Cómo podría afectar de cara a lo que la población percibe de las autoridades que hoy tenemos?

¿Hasta donde Santo Domingo Este podrá comportarse como un territorio sin ley, tercermundista, con representantes que se creen este es su coto de caza en vez de una ciudad?

El límite existe.

Los gobiernistas juegan a jugar, los adversarios (no se les puede llamar oposición) juegan igual a jugar no asistir para no tener que levantar la mano, la conclusión es que la ciudad vive un clima de ilegalidad en cuanto a contratos que tarde o temprano no solo explotaran, sino que irán irremediablemente a la justicia y es muy posible que alguien termine preso.

El mundo se separa entre los que saben hacer las cosas y los que actúan con torpeza. La torpeza tarde o temprano tiene consecuencias a veces catastróficas.

Según la comunicación expuesta, en la Alcaldía de Santo Domingo Este hay empresas actuando sin ley, al margen de la ilegalidad, de la no aprobación, fuera de contexto y esto, es penal.

¿Hasta que día se gozará de la impunidad que investiduras y apoyo político dan?

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